El conseller Miquel Buch ha defendido hoy la "excelente labor" de los Mossos d'Esquadra en los incidentes tras la manifestación de Jusapol el 29-S y el aniversario del 1-O, en que usaron la fuerza de forma "proporcionada" ante una "minoría violenta", aunque ha admitido dudas por la conducta de algún agente.

En una comparecencia en el Parlament, el titular de Interior ha reconocido que el dispositivo policial del 29-S y del 1-O no fue "totalmente perfecto", aunque ha subrayado que los Mossos contaron con los "medios adecuados", no se vieron "superados nunca" y ha resaltado su "gran profesionalidad" ante las "actuaciones violentas" de una "minoría radical y violenta", que esos días "emergió de nuevo" en Cataluña "tras años desaparecida".

Sobre el intento de algunos grupos de irrumpir en el Parlament en el primer aniversario del 1-O, Buch ha detallado que los Mossos hicieron en primera instancia un "repliegue estratégico" en el interior del edificio para comprobar si la no-presencia policial "aminoraba" la actitud de los manifestantes y que cuando constataron que se sobrepasaban las "líneas rojas del civismo pacífico" hicieron un uso "gradual y proporcional" de la fuerza para dispersarles.

En este sentido, ha apuntado que la "correcta adecuación" de la dimensión del dispositivo se evidencia en que cuando se dio la orden de disolver a los manifestantes, después de que rompieran cristales y trataran de forzar la puerta del Parlament, se necesitaron "menos de dos minutos" para hacerles marchar, incluidos los integrantes de la "minoría con comportamientos violentos".