Muchos lo verán sólo como una macrofiesta, pero el Circuit aporta mucho más que juerga a la ciudad condal. "Supone un impacto económico de más de 100 millones de euros para Barcelona", afirma Teseo Quadeny, portavoz del Circuit.

Un público muy definido. La mayoría chicos de entre 24 y 40 años con buen poder adquisitivo, ganas de disfrutar pero también de gastar dinero, concretamente unos 250 euros por día. Los hoteleros reconocen que durante el Circuit llegan a triplicar sus cajas.

Para Jacobo es su primera vez, aunque con el buen rollo que se vive estos días por las calles de Barcelona dice, no descarta repetir el año que viene.

Y como él, miles y miles de personas, porque si el año pasado se contabilizaron 72.000 asistentes, este año se prevé superarlo. 13 días de diversión en un entorno que no ha sido elegido por casualidad, ya que Barcelona fue la ciudad que acogió la primera manifestación en España en defensa de los homosexuales.

Precisamente ocho de cada 10 asistentes son extranjeros porque, según aseguran ellos, es una manera de hacerse visibles y disfrutar libremente ya que, aunque parezca difícil de creer, esto todavía es imposible en muchos países del mundo.