La policía ha lanzado una campaña muy dura para que los jóvenes tomen conciencia de que los retos virales pueden ser muy peligrosos: con una cámara graban la reacción de varios chicos a los que les hace creer que su amigo ha muerto tras hacerse un selfie en una azotea.

Alex, un joven, acepta el reto y se sube a la azotea del edificio. Una vez ahí, se coloca en posición para hacerse una fotografía, pero algo sale mal. Sus amigos, que están viendo en directo al chico, primero se ríen, pero después reaccionan con incredulidad y asombro. No saben lo que ha pasado.

En el vídeo aparece un hombre pidiendo ayuda. Los jóvenes, preocupados, no saben que en realidad su amigo está bien. Todo forma parte de un experimento para conocer su reacción. Hasta que descubren aliviados la verdad, los jóvenes pensaban que su amigo "estaba muerto".

"No vas a ser más popular o mejor, delante de tus amigos por hacerte una foto que te puedas jugar la vida", ha concluido otro joven. Con esta campaña, la Policía quiere concienciar a los más jóvenes. "Las nuevas tecnologías tienen muchos elementos positivos, pero también tienen riesgos", ha comentado Francisco Pardo, director general de la Policía.

Estos ejemplos invitan a la reflexión, a decir 'no' a juegos que pongan en peligro su vida. Porque durante 2018 se realizaron 200.000 búsquedas de retos virales en Internet, como el carbón challenge o el reto de la canela, que pueden provocar daños en las vías respiratorias.

Peligrosos absurdos como bajarse de un coche en marcha mientras bailan, hacer cualquier cosa con los ojos cerrados o dar vueltas sin parar en un carrusel, que le provocó a un niño graves daños cerebrales. El último reto viral, lanzar agua hirviendo al aire esperando que se congele, ha provocado ya ocho personas sean atendidas por quemaduras en Chicago