Agónico rescate del buque humanitario Aita Mari frente a las costas de Libia. El atunero vasco reconvertido en buque de rescate ha localizado y auxiliado este domingo en el Mediterráneo a 93 personas, entre ellas 11 menores y tres mujeres embarazadas, y ahora espera la asignación de un puerto seguro para desembarcarlas.

El barco, que zarpó el pasado 30 de enero de Atenas para "retomar su misión humanitaria en el mar", ha rescatado en el Mediterráneo a 93 personas que llevaban "muchas horas navegando en una embarcación precaria", según ha informado en un comunicado la ONG Salvamento Marítimo Humanitario (SMH), responsable del Aita Mari.

Entre los rescatados figuran 17 mujeres, tres de ellas embarazadas, 11 menores y 65 hombres. A partir de ahora, el Aita Mari espera la "asignación de un puerto seguro" para el desembarco. La ONG ha señalado que "los únicos puertos seguros y cercanos son los italianos y malteses".

SMH ha reclamado que las autoridades europeas se responsabilicen de mantener un dispositivo de salvamento en esa zona. "No pueden seguir descargando esta responsabilidad en un estado fallido como es Libia", ha añadido.

Por la mañana, el Aita Mari también recibía un primer aviso de otra patera en peligro al este de Trípoli. Ellos estaban a ocho horas de navegación y los guardacostas libios aseguraron no tener recursos suficientes para ocuparse de ella. Esto significa que esta primera embarcación lleva ya más de ocho horas a la deriva.

El mar Mediterráneo se consolida como la frontera más peligrosa del mundo para las personas migrantes. En 2019, 1.885 personas fallecieron intentando cruzarlo, según los datos de la Organización Internacional para las Migrantes (OIM).