Una lluvia de botellas, adoquines y vasos. Entre objetos por el aire transcurrió la batalla campal que se vivió en las fiestas de Majadahonda la madrugada del domingo. Según fuentes de la investigación, la bronca pudo comenzar por una pelea en los accesos a la carpa del recinto ferial.

Los agentes utilizaron material antidisturbio, según aseguran, para controlar la situación. Fue necesaria más de una hora para poner fin a los enfrentamientos. "Cerraron un poco antes la carpa y todo el mundo se cabreó. Comenzaron a tirar botellas a los policías, y estos les acorralaron, hasta que llegó un momento en el que salieron tirando bolas de goma", cuenta uno de los testigos del suceso.

El Ayuntamiento de Majadahonda asegura que en ningún momento falló el dispositivo de seguridad. "Era una fuerza que estaba prevista para actuar dentro del recinto. Pudieron controlar la situación sin ayuda de fuera", asegura Narciso de Foxá, alcalde del municipio.

En total hay 15 heridos: 13 guardias civiles y dos policías locales. Desde las asociaciones de Guardia Civil reclaman más medios de protección. "Sufrimos una carencia total de medios de autoprotección comparándonos con otros cuerpos policiales", afirma José Cobo, portavoz de la Asociación Española de Guardias Civiles.

La Guardia Civil detuvo a 27 personas; siete de ellos, menores a disposición de la fiscalía. Los arrestados ya están en libertad, y solo uno de ellos ha declarado ante el juez. Está acusado de tres delitos de atentado a la autoridad.