Polémica retirada de un graffiti en el madrileño barrio de Lavapiés al considerar el Ayuntamiento de Madrid que podría incitar al odio. La imagen recoge a cuatro antidisturbios actuando contra un robot rojo al que reducen con una bolsa.

Esta obra quedó plasmada hace un año con el permiso de la anterior administración, liderada por Manuela Carmena. Ahora, esa obra queda retirada porque podría aumentar la conflictividad social de la zona.

Para el autor del graffiti, su retirada supone un atentado contra la libertad de expresión. El concejal José Fernández (PP) mostró en julio su “más absoluta repulsa” ante esta pintada en su cuenta de Twitter, mostrando todo su apoyo a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.

 

“Agradezco a los vecinos que nos señalan este odio para su reparación”, zanjó. Ahora, ese graffiti ya no se puede ver en el mural en el que estaba plasmado, donde ahora hay un hueco gris.