Cuando uno ronda los 80, la prisa no es directamente proporcional a la urgencia. Y que lleguemos así de bien. Los vecinos de la Colonia Banesto llegan con el apoyo de un bastón, y se van con el del Ayuntamiento. Que les ha escuchado contar cómo Metrovacesa: "Están haciendo un mobbing inmobiliario de cojones". Así de claro. "Hablando en plata".

Pero la promotora habla en oro, y así no hay quien se entienda. "Se están llenando los bolsillos, ¿para qué?, si al final van a ir al hoyo", declara una vecina.

El Ayuntamiento de Madrid les ha dado la razón, y les llama a denunciar el acoso, con todo su apoyo: "Se han puesto a disposición de los vecinos y nos han dado información jurídica y lo que puede hacer el Ayuntamiento", explica un vecino.

Ellos llegan con la ley, y el contrato de alquiler vitalicio en la mano. En la reunión mantenida han relatado que Metrovacesa les envió en noviembre un burofax de desahucio que luego anuló.

Que les ha dejado de girar los recibos. Que han dejado en escombros los pisos que quedan vacíos. Que no han impedido la presencia de okupas. Y que el suelo sobre el que viven vale millones, y que eso es lo que parece justificar esta operación.

"Enfadada mucho y triste. Con veintipocos años toda la gente que sale de allí, hemos sido una familia, hemos criado a nuestros hijos", afirma una mujer. "Hasta que nos lleven con los pies por delante, viviremos allí", añade un vecino.

Ahora se van con algo más de consuelo: "Tranquilidad, la ley nos ampara". Para vencer a su Goliat inmobiliario: "Y santas pascuas", concluye un vecino.