Cientos de botellas de un líquido que algunos creen que es aceite de girasol llegaron a la costa de Camariñas, Galicia, arrastradas por la marea. Todavía se desconoce su procedencia y no se ha llegado a analizar el contenido.

Los vecinos fueron los encargados de recogerlas de las playas y muchos aseguraban que las estaban utilizando para su propio consumo. Aunque ninguna botella tenía etiquetas sobre el producto, los tapones sí estaban precintados y en ellos aparece la fecha de caducidad, mayo de 2020.

A pesar de que aquellos que las habían probado contaban que estaban en perfectas condiciones y que no les había pasado nada, el Ayuntamiento de la localidad pide no consumirlo e insta a los vecinos a que depositen las botellas en los contenedores.