Los médicos intentaron
reanimar a la expareja de Jessica, un hombre de 31 años que se suicidó tras
pegarle cinco tiros a ella en presencia del hijo de ambos, de 3 años de edad.
Ocurrió en la entrada de
un colegio de Elda, bajo la mirada de padres que estaban recogiendo a sus hijos.
Este jueves al centro han acudido psicólogos. "Les brindamos el apoyo psicológico social y sanitario por si hiciera falta",
explica un voluntario de Cruz Roja.
Según fuentes de la
investigación, Jessica había ido a recoger a su hijo y cuando iba a subir a su
coche, su expareja la disparó. El pequeño se dirigió al colegió a pedir ayuda y
el agresor cogió el coche de la víctima y se empotró contra la entrada del
centro. Después se quitó la vida.
Jessica permanece en
estado de muerte cerebral en el Hospital. Su
agresor quedó este miércoles en libertad después de ser detenido tras incumplir
una orden de alejamiento. Se la habían impuesto por amenazas y este jueves iba
a ser juzgado en un juicio rápido. Había sido condenado en 2016 por un delito
de lesiones.