Los migrantes del 'Aquarius' saben que la situación política es complicada y que su espera puede ser larga. Así que los 141 que van a bordo aguardan la respuesta de Europa en mitad de la nada, entre Italia y Malta.

Estos dos países serían a los que por cercanía les tocaría recibirles, pero ya les han rechazado. "¡Que se vayan donde quieran, pero a Italia no vendrán!", publicó Salvini en Twitter.

Mientras a bordo están tranquilos y los niños juegan, también admiten estar decepcionados por la situación. "Si llego a saber que esto iba a ser así... de verdad, de corazón, no me habría embarcado en este viaje", comenta Austen, uno de los rescatados.

Todos se encuentran bien y con fuerzas para continuar, pero en el mar no hay recursos para siempre. "Tenemos a mucha gente débil y frágil y muchos menores. Así que esperamos desembarcarlos de forma segura", explica un miembro de Médicos sin Fronteras.

Menores y mayores están todos estables, incluidas las dos embarazadas. Pero las fuerzas son las justas y aunque el 'Aquarius' lleva provisiones para aguantar en el Mediterráneo dos semanas, uno de los voluntarios recuerda que pese a que él está preparado, "esa gente no se lo merece".

En la mente de todos está la odisea que vivió el propio Aquarius en junio, aunque la Comisión Europea asegura que trabaja para que la historia no se repita.

Así las cosas, ante la cerrazón de algunos puertos europeos, algunos migrantes prefieren ya no ser rescatados y seguir intentando llegar a Europa por sus propios medios, aunque se arriesgan a ser interceptados y acabar devueltos en Libia.