En pleno verano sube la temperatura y vamos a la caza de un buen chapuzón. Si no tenemos piscina, ahora la podemos alquilar a través de una red social.

"Somos de Sevilla, vivimos en el centro y allí no tenemos acceso a piscinas, por lo que hemos venido a pasar el rato aquí", dice uno de los usuarios de la aplicación.

Nació en 2018 en Francia y ya lo llaman el Airbnb de las piscinas. En apenas una semana, la plataforma suma ya más de 1.000 usuarios que buscan y ofrecen unas 50 piscinas.

"Nos han demandado mucho la posibilidad de pasar una tarde, o una empresa que viene sólo a comer, porque no todo el mundo puede permitirse el tener una piscina en casa", comenta Virginia Sáiz, propietaria de una de las piscinas.

Ahora, es posible a partir de 15 euros por persona, mascotas incluidas. "Es agradable porque compartes, no pasas calor, disfrutas con tus hijos, tu mascota, y me parece un precio accesible", opina una usuario.

Todo son ventajas, también para los propietarios que pueden rentabilizar esa piscina a la que no dan el deseado uso. "Empezamos en junio por nuestra cuenta y desde que hemos visto la página estamos encantados", dice otra propietaria.

A la vista está que sus inquilinos también. "El patio es enorme y la piscina está muy bien, es muy recomendable", comentan los usuarios.

No tener playa, ya no es excusa.