El Retiro de Madrid era parque y autopista a la vez porque hasta mediados de los 80 por allí circulaban coches. El alcalde Tierno Galván quiso peatonalizarlo, pero la oposición dijo que entonces la gente dejaría de ir: "si no les dejan llevar coche, el retiro estará infrautilizado".

Le enseñamos el artículo al autor de estas palabras. El, entonces, concejal Álvarez del Manzano sigue defendiendo al conductor. "Los conductores de los coches tienen que poder llegar a los sitios y hay que saber convivir con ello", señala.

En Sevilla los coches llegaban hasta la mismísima catedral. En el 1984 el Ayuntamiento planteó dejar el centro para el peatón, pero a comerciantes y oposición les pareció el fin del mundo: "Acamparán a sus anchas los artistas callejeros, músicos ambulantes, hippies, punkies, drogadictos, mendigos y un largo etcétera".

En Segovia los coches iban por debajo del acueducto porque hasta el 92 no se peatonalizó. Si ibas a la mezquita de Córdoba, podías aparcar al lado porque su puente romano no se cerró al tráfico hasta 2004.

En Madrid los comerciantes se opusieron, incluso, a peatonalizar la Puerta del Sol. Auguraban una degradación irreversible del centro. Pero en la actualidad hay menos ruidos, menos atropellos y, sobre todo, menos contaminación.