La entereza de todo un día se ha desvanecido en un abrazo. Los padres del pequeño Gabriel Cruz no han podido más: han roto a llorar al sentir el calor físico de los suyos en la capilla ardiente del pequeño asesinado. Uno de los momentos más emotivos ha sido el brazo de Ángel y Patricia con los guardias civiles que han liderado la investigación. El ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, también presente en la capilla ardiente, ha destacado su labor.

"Les hemos traído a los mejores guardias civiles de España, pero la vida se la quitaron a las pocas horas de su desaparición", ha lamentado el titular de Interior. Además, Zoido ha mostrado sus respetos y charlado un rato con los padres de Gabriel. La presidenta la Junta de Andalucía también ha acudido al lugar del homenaje.

"Tengo el dolor de no saber ni cómo consolarlos, pero es imposible que ninguno de nosotros se ponga en la piel de un padre porque no estamos hechos para enterrar a un hijo", ha denunciado Susana Díaz. En torno a las cuatro y media de la tarde llegaba el féretro de Gabriel a la Diputación de Almería.

La cola daba la vuelta al edificio y a las manzanas cercanas. Junto a los vecinos llegaban también coronas de flores. Dentro, un ataúd pequeño, blanco, acompañado de una foto de Gabriel. Aquella que tantas veces hemos visto durante estos 12 días de búsqueda. A su lado, más familiares, como la abuela, quien vio por última vez a Gabriel antes de su desaparición. Este martes está prevista una misa en la Catedral de Almería para volver a homenajear al pequeño.