"David ahora mismo está en una situación de shock postraumático y con depresión", ha afirmado Antonio Flores, abogado del dueño de la finca de Totalán donde murió Julen, en una entrevista en Espejo Público.

Flores considera que no les consta que pueda haber cualquier tipo de recriminación o de culpabilización de los Padres de Julen hacia David, el dueño de la finca.

"Consideramos que ahí ha habido un accidente. Y también en esos accidentes hay una falta del deber de cuidado de los padres, pero qué podemos hacer con los niños. ¿Los atamos? Son circunstancias que trágicamente y estadísticamente ocurren", ha señalado.

"El agujero se tapó por parte de mi cliente con unos bloques de hormigón que había en la finca. Unos se utilizaron para hacer la paella y otros se utilizaron para tapar el agujero. Fue mi cliente quien taponó el agujero del pozo para evitar precisamente ese riesgo de que alguna persona pudiera lastimarse", explica Flores.

Para Flores, es difícil averiguar cual era la disposición de los bloques porque al caer el pequeño y aproximarse la familia a la zona, se retiraron dichos bloques y no hay claridad de cómo quedaron.

"Mi cliente se puso en contacto con un profesional con 40 años de experiencia y acordaron los términos del trabajo. Mi cliente entendió a partir de ahí que cualquier licencia o autorización que fuera necesaria para poder realizar ese sondeo lo iba a pedir el profesional y, además, éste debía presentar su documentación. Con lo cual la licencia queda adscrita a la empresa de perforación", ha concluido.

Estos eran los bloques que el dueño de la finca puso sobre el pozo donde cayó Julen: "El niño debió escurrirse"

El abogado de David Serrano, dueño de la finca de Totalán donde estaba el pozo por el que cayó Julen ha enseñado los mismos bloques de hormigón que colocaron sobre el pozo tras la obra. "El niño debió escurrirse por los dos bloques", ha señalado Antonio Flores.

El dueño de la finca de Totalán se rompe: "Mi niña jugaba con Julen y podría haber sido ella. No me lo voy a perdonar nunca"

El dueño de la finca de Totalán en la que murió el pequeño Julen cuando cayó por un pozo de más de 100 metros de profundidad ha asegurado que nunca se va a perdonar el terrible suceso: "El niño estaba jugando cuando escuché voces aterradoras, me acerqué y había ocurrido que el niño se había escurrido entre los dos bloques y había desaparecido".