La violencia machista deja en España cifras dramáticas: en 2017, 46 mujeres han sido asesinadas por sus parejas o exparejas y son ya dos más que en 2016 y seis más que en este mismo período del año pasado.
En Redondela, Pontevedra, la expareja de María José la asesinó volando con bombonas de butano la casa en la que vivía. Él también murió y su asesinato dejó tres niños huérfanos.
En Febrero en Madrid un hombre mató a su bebé al tirarse con ella por una ventana del Hospital de La Paz después de discutir con su pareja.Es uno de los ocho niños que han sido asesinados en lo que llevamos de año, una cifra espeluznante ya que en 2016 fue uno.
De las 46 asesinadas, siete habían solicitado medidas de protección y sólo se concedieron a seis. Es una lacra que no cesa, por eso, desde las asociaciones de mujeres recalcan la importancia de la mención de la violencia de género en el discurso del rey. "Muy pocos jefes de estado han hecho a nivel mundial una declaración similar, es una buena noticia", señala Yolanda Besteiro, de la fundación de Mujeres Progresistas.
Pero a pesar de las cifras, en 2017 también hemos visto momentos como la condena a 48 años de prisión a Sergio Morate por el asesinato de su expareja Marina y la amiga de ésta, Laura, en el verano de 2015.
Juana Rivas también se ha convertido en un símbolo de la lucha contra la violencia machista: centenares de personas la apoyaron cuando decidió llevarse a sus hijos para evitar entregarlos a su padre, condenado por malos tratos.
2017 también es el año en el que se ha roto el silencio: la calle se ha llenado de voces en contra de la violencia contra las mujeres. Lo vimos durante el juicio de 'La Manada' cuando miles de personas salieron a la calle para apoyar a la chica que denunció a cinco jóvenes por una agresión sexual en los Sanfermines de 2016.
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