Las autoridades de Yemen ejecutaron a dos hombres, de 28 y 31 años, disparándoles en público al corazón por violar y asesinar a un niño de 12 años.

Los hombres actuaron de manera premeditada: el niño estaba jugando al lado de la casa de los condenados cuando estos lo cogieron para meterlo en casa y lo violaron mientras gritaba pidiendo ayuda. Al no ser capaces de callar el pequeño, le cortaron la garganta.

Una pariente de uno de ellos también fue condenada a pena de muerte por ayudarlos a desmembrar el cuerpo del niño, pero, al estar embarazada, la condena no se ejecutará hasta que termine el periodo de amamantar a su hijo.