La visita de más de 170.000 turistas en un año tiene la culpa de que los dragones de Komodo estén en peligro.

Paloma Nuche Gálvez, responsable de la campaña de costas de Greenpeace, asegura que "la contaminación, la acumulación de basuras, contaminación acústica y el pisoteo" son los responsables.

Al igual que el dragón de Komodo, la isla de Ko Phi Phi Lee, perteneciente a Tailandia, desde que se popularizó gracias a la película protagonizada por Leonardo Di Caprio, ha perdido el 80% de su barrera de coral. Antes de su cierre, cada día la visitaban 5.000 personas y 200 barcos.

"Estas playas tan bonitas son precisamente un reclamo turístico, por lo tanto, el principal objetivo debería ser conservarlas", indica Nuche Gálvez.

En España, para proteger las Islas Cíes, han establecido el límite en 2.000 visitantes y 600 campistas al día.

"Hemos de regular los turistas que vienen y las actividades que se pueden hacer", añade Paloma Nuche Gálvez.

El turismo masivo arrasa y destruye, no sólo los parajes naturales, también las ciudades y sus monumentos.

Perú ha decidido este año implantar un horario para visitar los principales monumentos de Machu Pichu.

Decisiones polémicas, el turismo aporta una importante inversión de dinero a los países, pero también provoca la subida de alquileres y la desaparición del pequeño comercio.

En Venecia, se ha decidido poner tornos que controlan el aforo de una ciudad con 50.000 habitantes, pero que recibe al año cerca de 30 millones de visitas.