El crucero más grande del mundo llega a Barcelona. Tiene una capacidad para más de 5.000 personas y tendrá 22 salidas semanales desde la capital catalana. Ecologistas y vecinos se manifiestan en Barcelona para denunciar el impacto negativo que supondrá para el medio ambiente y es que su consumo de diésel equivale al de 50.000.000 de coches.