Ovil es una de las protagonistas de la campaña 'Muro de mentiras', que acaba de lanzar la Comisión Española de Ayuda al Refugiado para poner rostro a los miles de refugiados atrapados en Europa tras un duro camino de huida y sin la posibilidad de rehacer sus vidas.

Los programas de reubicación acordados por la UE para aquellos solicitantes de asilo que han llegado a Grecia e Italia se limitan a personas de tres nacionalidades: Siria, Eritrea e Irak, y la de Ovil no es una de ellas.

La joven relata que fue violada con tan solo 15 años por sus compañeros de clase, y después recibió la amenaza de que si denunciaba a sus agresores publicarían el vídeo en Youtube de la violación; tampoco ha contado nunca con el apoyo de su familia que le decían que se merecía todo lo que le pasaba. "Nací así, no es mi culpa", explica en una entrevista realizada por CEAR.

"Todo el rato sentía que no era humano", así comienza a contar su experiencia Ovil, una joven transexual de 22 años, que confiesa que toda su vida ha sabido que es una mujer, por lo que se ha sentido discriminada.

Tras un intento de suicidio, Ovil encontró refugio en internet, donde conoció a su actual pareja, Osman, un joven de Pakistán, que también veía su vida amenazada debido a su homosexualidad, también prohibida en su país que la castiga con pena de muerte. Ambos decidieron huir a Europa.

Tras un periodo en Turquía, donde fue secuestrada por una mafia, pudo reunirse con Osman en el campamento de Moria, en la isla griega de Lesbos. "No fui capaz de hablar. Nos tocamos las manos y nos pusimos a llorar", reconoce.

Ovil pertenece a la plataforma de personas LGTB de Lesbos, desde la que denuncia "falta de protección específica y apoyo psicológico" para las personas transexuales y sigue intentando su reubicación. Ya en Europa, se atreve a salir a la calle con ropa de mujer. "Me gustaría ir a España, porque he escuchado que se respetan las personas LGTB".