Treinta años han pasado desde el fin del apartheid, pero el racismo sigue a la orden del día en Sudáfrica. La prueba de ello es la violenta reacción que protagonizaron tres hombres blancos en una piscina en la que no dejaban bañarse a negros. Como se puede ver en el vídeo de portada, a los dos niños negros les cerraron la puerta en cuanto les vieron venir.

Pero cuando consiguieron entrar al agua, la reacción fue a más: los blancos que se estaban bañando se salieron. No querían juntarse con ellos. Es más, uno de los hombres abofeteó a uno de los jóvenes negros y lo agarró del cuello. Su compañero trató de evitarlo, pero eran muchos los adultos que peleaban contra ellos. Lo cogieron del pelo sin apenas soltar el cigarro y, acto seguido, la pelea siguió en la piscina, donde trataron de ahogarlo.

El padre de uno de los chicos, activista antiapartheid, fue testigo de todo. Los tres hombres han sido arrestados por agresión y a uno de ellos le acusan de intento de asesinato.