Problemas económicos y una hipoteca pendiente de 49.000 euros llevaron a Miguel Carcaño y a su hermano, Francisco Javier Delgado, a urdir un plan en el año 2008 para pedir un préstamo al banco de 108.000 euros.
Si bien, por aquel entonces Carcaño solo había trabajado un mes en una floristería y otro en una pizzería, algo que no era suficiente para solicitar al banco una hipoteca. Por ello, entregó tres nóminas falsas en las que indicaba que trabajaba como camarero en 'El Menos dos Grados' por un sueldo de 1.300 euros.
Sin embargo, uno de los socios de este local ha negado que Carcaño trabajara en el local e, incluso, que lo hubiera pisado alguna vez. "No es que no haya trabajado aquí, es que no ha pisado el bar ni ha estado en el mismo espacio que mis compañeros o trabajadores", ha asegurado en 'Espejo Público'.
"No sé si le robó la nómina a alguien que trabajó aquí, es algo que no puedo aclarar"
"No sé si le robó la nómina a alguien que trabajó aquí. Es una cuestión que ni puedo aclarar porque yo mismo me he preguntado muchas veces cómo habrá llegado mi empresa a manos de ese chico. Lo que es cierto es que la nómina es falsa, jamás ha trabajado con nosotros", ha destacado.
Este hombre, que también fue administrador de la sociedad 'El Menos dos Grados', ha explicado que "la primera noticia" que tuvo al respecto fue que "un inspector de policía le llamó para preguntar si Carcaño había trabajado allí" porque una de las hipótesis es que el cuerpo de Marta del Castillo estuviera enterrado en la zona.
Al respecto, ha insistido en que "las nóminas eran falsas" y que "jamás ha trabajado allí". También ha dicho que si Miguel Carcaño hubiera trabajado en su bar, él hubiera "colaborado y ayudado" para intentar localizar el cuerpo en la joven. "Si hubiera sido así, pues a lo mejor hubiéramos podido encontrar a la chica".
Así se desarrolló la estafa de los 100.000 euros
Todo comenzó en el verano de 2008. Francisco Javier Delgado y Miguel Carcaño heredaron un piso de su madre que tenía pendiente una hipoteca de 49.000 euros y debían hacer frente al pago. Entonces, pidieron una hipoteca a nombre de Miguel por valor de 108.000 euros. Con ese dinero cancelarían la deuda de 49.000 euros a nombre de ambos y Miguel le entregaría a su hermano 32.000 euros para comprarle el piso.
Como Carcaño solo había trabajado dos meses, uno en una pizzería y otro en una floristería, no le concedían el préstamos y decidió entregar tres nóminas falsas de 1.300 euros. Además, entregó una falsificación de la vida laboral en la que constaba que trabajaba en una cafetería. Los dos hermanos lograron así su propósito: dinero para el primero y una propiedad para el segundo. Algo que se vino a bajo cuando llegaron los retrasos en el pago de la deuda.
Miguel Carcaño se gastó el dinero y se retraso en el pago de dos letras, un pago que al tercer mes no llegó. Esto llevó a una pelea entre los dos hermanos porque Francisco Javier temía que el banco destapara el fraude. Fue entonces, según la última versión de Miguel, cuando su hermano asesinó a Marta del Castillo dándole golpes con una pistola en la cabeza.
Tras conocer este nuevo giro, un juzgado de Sevilla ha ordenado la reapertura del caso para comprobar si esta última investigación puede conducir a dar con la localización del cadáver, así como dar a conocer si en la muerte participaron terceras personas que no hayan sido investigadas todavía.
"Le habían lavado el cerebro"
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