Pasan las horas y siguen al límite, a la intemperie, convalecientes, con frío y sin casi espacio ni provisiones a bordo del Open Arms. "Pasamos 12 horas en el mar hasta que os vimos llegar", explica una de las rescatadas. Escapaban del horror, y sus esperanzas están a la deriva.

Francia, Italia, Grecia y Malta les han denegado desembarcar en sus puertos, y la situación es cada vez más dramática. Esta noche han tenido que evacuar de urgencia a un niño somalí de 14 años que sufrió torturas en Libia.

"Tenía una infección grave de los tejidos en la cara, se optó por solicitar evacuación médica y al final se hizo en Lampedusa con los guardacostas italianos" explica Gerard Canals, del Open Arms. Es el tercer evacuado después de que el sábado viéramos el rescate de Salí y su bebé Sam, de sólo cuatro días, que ya están en Malta.

A bordo del Open Arms aguardan más de 300 migrantes, muchos de ellos niños. Celebran que España les ha autorizado a llegar a puerto, pero es un trayecto de mínimo cuatro días en condiciones muy complicadas.

Malta se negó hasta a aprovisionarles, y el Astral les lleva comida y medicinas que les llegarán este lunes, en Nochebuena. El tiempo en su contra y las condiciones del mar empeoran, por lo que apelan a la solidaridad de Francia e Italia para poder desembarcar cuanto antes en un puerto seguro.