Los agentes que acudieron al lugar de los hechos encontraron en poder de los jóvenes dos tarjetas de identidad expedidas por un centro de acogida de refugiados aunque, por el momento, las autoridades no han querido desvelar su identidad ni su nacionalidad. Según la Policía finlandesa, el suceso no puso en riesgo la seguridad de terceros y no provocó ninguna alerta, pese a que en esos momentos se celebraba una sesión plenaria en el Parlamento.

El jefe de seguridad del Parlamento, Jukka Savola, explicó a la televisión nacional YLE que el suceso se produjo de improviso y sin previo aviso. "Acababa de comenzar la sesión plenaria y los dos hombres estaban sentados cerca de la entrada principal del edificio. Nadie estuvo en peligro y los hombres no amenazaron a ninguna de las personas que se encontraban por la zona", señaló Savola. "No hubo ninguna información ni aviso de que iban a hacer eso, ni tampoco ninguna protesta. No iba dirigido contra terceras personas, simplemente se sentaron uno junto al otro y se apuñalaron a si mismos", añadió.