Las ONG Sea-Eye y Sea-Watch aprovisionarán al buque de la organización alemana Lifeline, que está en el mar con cerca de 230 migrantes a bordo, a la espera de que algún país le autorice a atracar en un puerto seguro, ante la negativa de Italia y Malta.
Según un comunicado de Lifeline, en estos momentos se encuentran a la espera de instrucciones su embarcación y el buque mercante Alexander Maersk, de bandera danesa, al que fueron trasladados 113 personas en otro rescate en el que participó la ONG alemana.
"Ambos carecen, por el momento, de un puerto seguro asignado y permanecen a la espera en aguas internacionales", subrayó. Lifeline explicó que la situación en el barco "es estable", aunque insistió en que, "según las directrices de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) sobre el tratamiento de personas rescatadas en el mar, estas deben ser llevadas a un lugar seguro sin dilaciones ni dificultades indebidas".
"Debido a que los Estados europeos responsables no han proporcionado una solución, Sea-Eye y Sea-Watch enviarán un barco con suministros a la posición de (la nave de) Lifeline en aguas internacionales", añadió.
Reprochó la falta de responsabilidad de los países europeos en la gestión de la crisis migratoria y pidió que la cumbre informal en Bruselas sirva para que la Unión Europea (UE) "detenga el juego con vidas en el mar y proporcione una solución de inmediato".
La embarcación de Lifeline se encuentra actualmente próxima a las aguas de Malta, por lo que las autoridades italianas insisten en que debe ser este país el que abra sus puertos. Sin embargo, el primer ministro maltés, Joseph Muscat, pidió en un mensaje en la red social Twitter que el barco se aleje de la isla y aseguró que La Valeta no es responsable de la situación.