En marzo de 2018 dos mujeres y sus seis hijos aparecieron muertos tras caer por un barranco en Mendocino, California. Lo que parecía un accidente, ahora se cree que estaba planeado por ambas progenitoras, a las que habían acuasdo de malos tratos a los niños, según una información de CNN.

Jennifer y Sarah Hart habían adoptado a Markis (19 ), Hannah (16), Jeremiah y Abigail (14), Devonte (15) y Ciera (12). Tras una visita de los servicios sociales a su casa de Washington, que frecuentaban el lugar por denuncias de "violencia extrema" contra los niños, la familia entera huyó a California.

Durante el trayecto en coche, el informe de los investigadores ha revelado que Sarah buscó en Internet información relacionada con los suicidios. "¿Cuánto tiempo lleva morir de hipotermia mientras se ahoga en un automóvil?" o "¿Pueden 500 mg de Benadryl matar a una mujer de 57 kilos?" fueron algunas de sus dudas encontradas en el historial de su teléfono. Poco después su coche fue encontrado en una zona rocosa tras haber caído al vacío.

Sarah y los hijos habían ingerido pastillas para dormirse y Jennifer, que conducía el automóvil, había tomado grandes cantidades de alcohol para cometer el crimen."Sucedieron muchas cosas en sus vidas, hasta el punto en que tomaron esta decisión consciente de poner fin a sus vidas de esta manera y quitarles la vida a sus hijos", ha explicado la teniente Shannon Barney.

La felicidad que la familia mostraba en redes sociales no era real puesto que habían sido acusadas de maltrato, abuso, racismo y abandono infantil. De hecho, apenas dos semanas antes de la tragedia uno de los niños acudió a casa de un vecino para pedirle comida ya que sus madres "les mataban de hambre".