Ocurrió en un bar del municipio leonés de Carrizo de la Ribera, donde dos guardias civiles entraron en un bar mientras la propietaria recogía la terraza en 2013. Los acusados tomaron el mando del bar, cerraron la puerta y obligaron a los clientes a fumar y a apagar sus móviles.

Ambos pasaron al interior de la barra y se sirvieron bebidas, además, pusieron música en el ordenador, incluyendo el 'Cara al sol'. Los dos guardias civiles colocaron sus armas encima de la barra y obligaron a los clientes a introducirse balas en la boca y en sus bebidas, cuenta el diario ILeón.

Por otra parte, uno de ellos intentó abusar de la dueña del bar diciéndole: "Eres mía". Ocho años después, el Juzgado de lo Penal número 1 de León celebrará el juicio. Los agentes se enfrentan a una pena de dos años de cárcel y a dos años de inhabilitación de su cargo por un presunto delito de coacciones y uso abusivo de su cargo público.