Con el objetivo de reclamar el derecho a ser improductivo y en contra del frenesí de la producción se convocó este sábado en el Centro Cultural Conde Duque de Madrid una 'dormifestación'. Una dormida colectiva reivindicativa y con nanas incluidas para conciliar el sueño.

Al evento estaban convocados dormilones, vagos, perezosos que cantaban así nada más empezar: "Hemos venido a adormecernos, el resultado nos da igual".

Dice el dramaturgo Robert Bernat, uno de los convocantes de la manifestación, que "la gente está terriblemente cansada del trabajo o terriblemente aburrida", y su forma de protestar sobre este ritmo que marca nuestros día a día es la de dormir.

Casi un centenar de personas respondieron a esta idea con motivos muy variados. Algunos vieron en la convocatoria una forma interesante de protestar "por algo o por nada", otros acudieron con las expectativas de una fiesta de pijamas y otros sin saber muy bien de qué iba el asunto, con ganas de "sentir".

Todos durmieron al aire libre, en el patio central del centro cultural, acompañados de sus libros y almohadas, de tilas y tapones para los oídos y conducidos por un espectáculo.