El Parque Natural de Doñana, Patrimonio de la Unesco por su alto valor ecológico, está a punto de entrar en la UCI. A partir del 3 de junio la Cumbre de Patrimonio Mundial evaluará si España hace todo lo necesario para impedir que entre en esa lista negra.
Para salvar Doñana se requiere tres actuaciones muy claras. La primera sería acabar con la sobre explotación del acuífero que nutre las lagunas internas y las marismas. Sus humedales son el verdadero corazón del parque y el refugio de aves migratorias y de las aves llamadas espátulas.
Ese agua subterránea se utiliza para los cultivos, por lo que España debe acabar con los pozos ilegales, se cree que hay cientos de ellos. La administración debe reducir la extracción de agua para el cultivo de la fresa, otros frutos rojos y cítricos. Solo en los dos últimos años, la superficie de cultivo de regadío ha crecido en 250 hectáreas.
Por último, debe abandonar definitivamente la idea de dragar el Guadalquivir, un proyecto que de momento está paralizado. Además la UNESCO cataloga otras amenazas como el almacén gasístico de Gas Natural, la mina de Aznalcóllar, el embalse del Río Agrio que está en estado embrionario y a todo ello, hay que sumar el incendio.