Desde 2011 su sonrisa se desdibujó. Es el año en el que Iván Ramos, legionario por vocación, sufrió un accidente con un camión afgano cuando realizaba unas maniobras.
"Me quitaron el bazo, el riñón izquierdo, tuve un neumotorax y un derrame interno", enumera Iván. Además, se rompió hasta 17 huesos.
Ahora, asegura que sufre dolores constantes, falta de audición y episodios de amnesia temporales. La Comunidad de Madrid le reconoció un 75% de discapacidad. No obstante, el Tribunal Militar solo le concedió el 24%; un porcentaje que no le daba derecho a nada.
"Al cabo de un tiempo de mucha lucha y abogados me dieron hasta un 42%". Dicha cifra le da derecho a una pensión y a cobertura médica, pero sigue considerándolo insuficiente.
"El problema que subyace aquí es que a las Fuerzas Armadas les vincula lo que dice Sanidad Militar. Es decir, lo que digan las juntas médico-periciales", explica María Dolores Flores, abogada de la Asociación Unificada de Militares Españoles.
Por ello, Iván, junto a otros militares, ha llevado su lucha a las puertas del Congreso. Piden que se revisen los protocolos de actuación en estos casos. laSexta Noticias se ha puesto en contacto con el Ministerio de Defensa, pero de momento no ha obtenido respuesta.
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