Los vecinos no pierden la esperanza de que Julen aparezca con vida. Una esperanza que tampoco ha perdido la familia del pequeño de dos años. Los familiares piden respeto y no quieren hacer declaraciones ante los medios.

Los padres de Julen no se han separado ni un minuto del dispositivo que trabaja sin descanso para sacar al niño del pozo.

El niño de dos años estaba con sus tíos y sus padres cuando cayó por un hueco de apenas 25 centímetros de diámetro y 107 metros de profundidad. En él han introducido un robot con una cámara que ya ha logrado descender 73 metros de profundidad.

Ahí hay un tapón de tierra que pudo haberse producido por un desprendimiento.