A primera hora de la tarde del lunes, Eduardo Beltrán no se encontraba precisamente desempeñando sus funciones de concejal de Canoves i Samalús, un pueblo de 3.000 habitantes. La Policía le detuvo en el barrio de Horta, en Barcelona, por presuntos delitos de robo con violencia, intimidación y uso y hurto de vehículo con motor.
Según la Guardia Urbana, primero, en el muelle del puerto, estafó presuntamente 145.000 euros a varias personas con las que se reunió para ofrecerles criptomonedas a cambio de dinero en metálico. Minutos después, atracó y robó el vehículo a un taxista que estaba por la zona.
"Este hombre fue detenido por parte de la Policía por haber atracado, a mano armada, con un revólver, a un taxista que había acumulado una magnífica jornada laboral y que llevaba 11.000 euros", ha explicado Carlos Quílez, director de 'El Taquígrafo'. Pero condujo el taxi robado pocos metros, porque sufrió un accidente y tuvo que seguir huyendo a pie.
La Policía dio con él porque geolocalizó uno de los móviles que Beltrán habría robado a las personas que estafó con criptomonedas. "Tiene antecedentes policiales por diversos delitos, muchos de ellos vinculados con la estafa. Su especialidad no era otra que la de ofrecer criptomonedas a incautos a cambio de dinero", ha señalado Quílez. Para ello, la mayoría de ocasiones se hacía pasar por un agente de la Guardia Civil.
Beltrán es concejal de la oposición. Ni el alcalde de Canoves i Samalús (Barcelona), perteneciente al partido Nou Impuls i Unitat, ni los vecinos se esperaban algo así. "Nosotros no teníamos conocimiento. Ha sido una persona correcta y responsable", ha asegurado Josep Cuch, alcalde del municipio. El PSC le ha suspendido de militancia, y Beltrán está en libertad provisional con la obligación de presentarse periódicamente en el juzgado.
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