Bill y Melinda Gates se separan tras 27 años de matrimonio juntos. Se conocieron en 1987, cuando ella acababa de entrar a Microsoft. Él era el dueño de la empresa. Su unión fue algo más que un matrimonio, pues sentaron la base de un gran imperio. Hasta el punto de que Gates, según la revista Forbes, se convirtió en el cuarto hombre más rico del mundo, con 124.000 millones de dólares.

Juntos, Bill y Melinda suman una fortuna de 146.000 millones de dólares, aunque esos millones no son la clave. El problema viene con los bienes en propiedad común: cuentan con propiedades en cinco países, un jet privado, una colección de arte, una serie de coches de lujo y una mansión valorada en 125 millones, aunque es cierto que una pequeña parte de su fortuna se ha destinado a causas humanitarias.

Su última contribución fue destinar más de 1.700 millones de dólares en la lucha contra el coronavirus. "Continuaremos trabajando juntos en nuestra fundación, pero ya no creemos que podamos seguir creciendo como pareja en esta fase de nuestras vidas", anunciaron en un comunicado conjunto en redes sociales. La onda expansiva de su ruptura ha afectado a muchos proyectos. Aún está por ver hasta qué punto.

La noticia recuerda a lo ocurrido con Jeff Bezos y McKenzie Scott y el divorcio que protagonizaron en el año 2019. Ambos acordaron la cesión del 4% -valorada en 38.000 millones de dólares- de Amazon a Scott.