En carreteras convencionales y sin separación por sentido la velocidad máxima pasa en 2019 de 100 kilómetros por hora a 90.

El director de la DGT, Pere Navarro señala que "en carreteras convencionales hay más de 1000 muertos. La velocidad está detrás de los choques frontales y las salidas de vía".

En estas vías tienen lugar el 77% de los accidentes de tráfico. Pero es una medida controvertida.

En un mes todos los carteles cambiarán. El objetivo principal es reducir la mortalidad en vías secundarias e igualarnos a Europa.

El director de la DGT indica que "los países de referencia como Holanda, Suecia tienen la velocidad a 80".

Mario Arnaldo, presidente de Automovilistas Europeos Asociados, indica que esa comparativa no es justa añade que "los 12 países que tienen límite genérico de 90 no tienen un índice menor en las carreteras".

Fernando Muñoz, vicepresidente de Stop Accidentes, está a favor de estas medidas y apunta que "la reducción de la velocidad disminuye los accidentes de tráfico".

En 2017, se registraron 24.953 accidentes con víctimas en carreteras convencionales, 1.013 personas perdieron la vida.