La Policía disolvió en la madrugada del pasado domingo una fiesta ilegal en un chalé de Alicante donde se concentraban más de un centenar de personas sin mascarilla ni distancias de seguridad. Los asistentes al evento, en el que no se respetaban las medidas preventivas frente al coronavirus, habían acudido desde diferentes municipios, previa compra de una entrada.

Según fuentes de la Concejalía de Seguridad citadas por la agencia Efe, los participantes en la fiesta, que estaban bailando y fumando cuando llegaron los agentes, procedían de Valencia, Murcia, Santander, Elche, Totana (Murcia), Agost (Alicante) y Alcantarilla (Murcia), y fueron identificados y sancionados. Todos eran mayores de edad y la fiesta se celebraba en un chalé situado en la partida alicantina de la Cañada.

Según fuentes de la Policía Local a Efe, el organizador de la fiesta ha sido denunciado por una infracción muy grave, castigada con sanciones que pueden llegar hasta los 600.000 euros, por realizar un evento que impedía adoptar medidas sanitarias, así como por la ordenanza de ruidos y por tener instaladas cámaras de vigilancia de seguridad orientadas hacia la calle.

La Policía tuvo conocimiento de la fiesta a través de las redes sociales y tras recibir quejas por el elevado volumen de la música. En el operativo intervinieron la Policía Local, Nacional y Autonómica.

Precisamente, este lunes entraban en vigor nuevas restricciones frente a la expansión del COVID-19 en la Cmunitat Valenciana, incluido el cierre del ocio nocturno y la limitación de las reuniones a un máximo de 10 personas.