Las circunstancias del fallecimiento todavía se investigan debido a las diferentes versiones sobre los hechos transmitidas, aunque los compañeros del mantero sostienen que la muerte se produjo después de que fuera perseguido desde la Plaza Mayor hasta Lavapiés, donde sufrió el infarto.

Una convocatoria espontánea ante esta muerte en circunstancias todavía por aclarar ha reunido en la tarde a más de medio centenar de compañeros del fallecido en la zona de Lavapiés para trasladar su indignación. Una veintena de ellos ha comenzado a quemar contenedores en la zona de la calle del Oso, que une la calle Embajadores con la calle del Mesón de Paredes.

Ha sido necesaria la intervención de los Bomberos del Ayuntamiento de Madrid para apagar los pequeños conatos de incendio. También han arrancado papeleras y causado desperfectos en el mobiliario urbano, así como en diversos vehículos y motocicletas.

Ante la posibilidad de incidentes, los comercios de la concurrida calle ubicada en la zona céntrica de la capital han cerrado al público de manera preventiva. La zona estaba siendo vigilada por varios furgones de la Policía Nacional, con los agentes de la Unidad de Intervención Policial (UIP), los conocidos como 'antidisturbios', ataviados con los cascos por si era necesaria su intervención, y la citada vía cerrada al tráfico.

Los congregados les han increpado al grito de "asesinos" y "cobardes" y se han vivido momentos de tensión. Haciendo acopio de piedras recogidas en los escombros de una obra cercana, les han amenazado con ellas.