Arrastrada por el pelo hasta el rellano, su agresor la trata como si fuera de trapo. Quiere meterla en el ascensor y por el camino la golpea. Las imágenes proceden de la otra cámara que captó la terrible agresión que recibió la mujer.

Ahora se enfrenta a un juicio que nunca quiso. Tendrá que ver nuevamente a su agresor, acusado de pegarla sin tregua. Ese al que que lo único que parece preocuparle en las imágenes es que no haya testigos.

Eszer, de nacionalidad húngara, se muestra esquiva, no está en su domicilio y cuando lo visita rehuye a los vecinos. En su bloque, todos dan gracias por esa cámara que pusieron para luchar contra los robos y que, por el momento, parce haber evitado que el infierno de Eszer continúe.

La fiscalía pide nueve meses de prisión para su presunto agresor, de 22 años, que tiene antecedentes por robo y pertenencia a banda criminal. Ese hombre que está en prisión provisional a la espera de juicio y que presuntamente la esperó a las siete de la mañana para pegarla sin mediar palabra.