Se han creado talleres que explican a profesores de guardería cómo detectar posibles casos de abuso. No siempre hay síntomas claros pero hay algunas señales a las que se debe prestar atención.
"Pueden presentar malestar físco, estar ansiosos, tener conductas hipersexualizadas, conductas de rebeldía... Lo que es importante es escuchar a al niño que de repente te dice 'no quiero ir a tal sitio'", explica Pilar Polo, psicóloga.
Ante la sospecha, se procede a la evaluación psicológica. En el caso de los niños, una herramienta fundamental es el dibujo.
"Hay muchos dibujos que te indican claramente que algo está pasando: no es habitual que los niños utilicen colores negros, rojos... Lo normal es que utilicen un espectro cromático muy amplio", asegura Ana Isabel Gutiérrez Salegui, psicóloga forense y perito judicial.
La perito afirma que algunos dibujos no orientan "específicamente hacia un abuso" o un "maltrato" pero "otros son tremendamente específicos".
En uno de los ejemplos, un dibujo señala específicamente hacia una zona genital, "una conducta que es de tocamiento". "Esto podría sugerir que esta niña está atada. ¿En qué parte de su imaginario ha aparecido esto?", afirma.
Se calcula que a los juzgados llega sólo una ínfima parte de los casos. Según los estudios, el 20% de la población española ha sufrido algún tipo de abuso sexual siendo menor de edad.