Cada año, el 11 de septiembre, se celebra la Diada de Cataluña, con multitud de actos, entre ellos la gran manifestación que se ha venido celebrando cada año en las grandes ciudades, siendo la de Barcelona la más multitudinaria. En 2023, la Diada tiene lugar en medio de las negociaciones para una posible investidura de Pedro Sánchez, a raíz de las peticiones de Carles Puigdemont a cambio del apoyo de Junts: una ley de amnistía para los encausados por el 'procés' y la despenalización del referéndum del 1 de octubre.

Ahora bien, para entender el origen de la Diada tenemos que remontarnos al año 1714, cuando finalizó la Guerra de Sucesión española. El 11 de septiembre de ese año fue el día en el que culminó el asedio de Barcelona por las tropas de Felipe V de Borbón. Desde la Generalitat precisan que la última ciudad en capitular fue la villa de Cardona, el 18 de septiembre de 1714, siguiendo las condiciones de la rendición de Barcelona.

¿Qué significa el término 'diada'?

Un apunte antes de empezar: la palabra 'diada' no es otra cosa que el término en catalán para referirse a un día especial o señalado en el que se celebra una festividad religiosa o social. Por ejemplo, la Diada del Llibre (o de Sant Jordi) es el día del libro. Por tradición, entendemos el 11 de septiembre como la Diada haciendo referencia al Día de Cataluña, que es, además, festivo en la comunidad.

¿Qué se conmemora el día 11 de septiembre?

En Cataluña, el 11 de septiembre se celebra una jornada en recuerdo al final de la Guerra de Sucesión del 1714, según la información recogida por la propia Generalitat de Catalunya. El origen de la misma tiene en el año 1700, cuando el rey Carlos II muere, sin descendencia. La ausencia de herederos al trono provocó que el trono pasara a manos de Felipe V, hijo de su hermana María Teresa de Austria. Según explican desde el Instituto Cervantes, Felipe V juró como rey de España ante las Cortes Castellanas en 1701, acabando así con el reinado de los Austrias en España y siendo el primer Borbón en el trono. Esta decisión no gustó a todos por igual, dando inicio a la Guerra de Sucesión española.

Guerra de Sucesión española

En la Guerra de Sucesión española se enfrentaron los partidarios de Felipe V de Borbóncontra los austracistas, que apoyaban al archiduque Carlos de Habsburgo, estallando una guerra internacional y otra civil, como recuerdan desde el Ministerio de Cultura. En el territorio nacional, del lado de los Borbones estaba la Corona de Castilla (Castilla, Andalucía y el noroeste de la península ibérica), mientras que del lado del archiduque Carlos estaba la Corona de Aragón (Reino de Aragón, Principado de Cataluña, Reino de Valencia y Reino de Mallorca). Respecto a los apoyos internacionales, Felipe V creó una unión entre España y Francia que beneficiaba a ambos territorios, unión que intentaron evitar Inglaterra y Holanda, apoyando a Carlos de Habsburgo.

Un factor destacado en el desenlace del conflicto se dio cuando Carlos de Habsburgo, en 1711, heredó el imperio alemán. En ese momento su interés por España disminuyó, así como el de sus aliados, según apuntan desde el Instituto Cervantes. Este hecho decantaría la balanza por los felipistas, también llamados borbónicos.

Asedio de Barcelona

El final de la Guerra de Sucesión se fijó con el Tratado de Utrecht en 1713. Sin embargo, en Barcelona el conflicto no finalizó hasta que se selló el Tratado de Baden, el 7 de septiembre de 1714, pasando antes por el tratado de Rastatt seis meses antes. Tan solo unos días después cayó Barcelona, último territorio de la resistencia frente a Felipe V.

El 11 de septiembre Cataluña recuerda la derrota y la lucha de aquellos días, homenajeando a las víctimas de la Guerra de Sucesión.