Las croquetas son el plato favorito de muchos españoles y españolas. Sin embargo, hay mucha gente que tiende a demonizarlas y las aparta de su dieta desconsoladamente. Ahora bien, por fortuna, las croquetas sí tienen cabida en un plan de alimentación equilibrado.

Hoy, con motivo del Día Internacional de la Croqueta, Luis Alberto Zampora, nutricionista de Más Vale Tarde, nos deja este vídeo en el que nos da unos consejos para disfrutar de este plato tradicional tan apetecible de una manera saludable, sin que nos provoque sentimiento de culpa.

La croqueta saludable: ingredientes y trucos

Los ingredientes para una croqueta más sana y menos calórica son: 70 gramos de pan rallado, 100 gramos de queso ligero y la misma cantidad de cebolla, dos huevos enteros, una pizca de sal, dos cucharas soperas de perejil y el toque mágico y picante de la pimienta. Además, esta croqueta saludable también llevará 400 gramos de coliflor picada.

Ya sabes los ingredientes y ahora necesitas de tus dotes culinarios: primero, hay que mezclar el pan rallado con el queso, la cebolla, la sal y el perejil. Lo removemos todos y le añadimos los dos huevos batidos. Volvemos a removerlo todo con la ayuda de un tenedor. Seguidamente, calentamos la coliflor en el microondas durante unos minutos y la juntamos al resto de ingredientes. ¡Listo! Ya tendríamos nuestra masa.

Para poder darle un bocado a nuestra obra de arte comestible, en vez de freír, usamos el horno y así evitamos las grasa del aceite. Horneamos durante 10 - 15 minutos a 200 grados y fin: solo queda sentarse y disfrutar.

La croqueta tradicional

El ingrediente básico de la croqueta de “toda la vida” es la bechamel. Pero, ¿qué es la bechamel? No es más que la mezcla de leche y harina que crean una masa. Luego se reboza en huevo y pan rallado, se fríe y ya tendríamos una croqueta.

Al tener tanta harina, rebozado y frito, la croqueta no es precisamente un alimento ligero. Sin embargo sí tiene cabida en una dieta equilibrada aunque con un consumo moderado. La ración recomendada según Alberto Zampora en Más Vale Comer son tres croquetas y no más. Aún así nos da algunos consejos para reducir las calorías de nuestras croquetas de siempre:

A la hora de hacer la bechamel debemos intentar utilizar leche desnatada y no entera. Asimismo debemos intentar que haya mayor proporción de leche que de harina. También nos aconseja utilizar harinas y pan integral, de tal forma que ya que nos lo comemos nos aporte más calidad nutricional.

En segundo lugar, es conveniente utilizar aceite de oliva y evitar que se queme y retirarlas de la sartén antes de que comience a humear. El experto en nutrición insiste en que este es un error muy común. Por último, en Más Vale Comer nos recomiendan usar papel absorbente para depositar las croquetas sobre el plato, ya que así se elimina una gran cantidad de aceite y consigues hacer más ligera tu croqueta.

Recuerda que si te sobra masa siempre la puedes congelar y aprovechar a disfrutar de este sabrosa idea de la francesa en otro momento. El truco está en congelarlas separadas y con su forma, sin necesidad de que estén cubiertas. Esperas a que endurezcan con el frío y una vez estén congeladas ya podrás pasarlas a un recipiente y conservar en el congelador hasta que te apetezcan.