Un tribunal de Pakistán ha ordenado mantener bajo custodia a tres hombres detenidos durante el fin de semana por su presunta participación en la lapidación de una niña de nueve años, en un suceso descrito como un 'crimen de honor' en los medios locales.

La Policía de la localidad de Dadu ha reclamado al juez una orden para poder exhumar el cuerpo de la niña, que habría sido lapidada en el área de Uahi Pandhi, tal y como ha recogido la cadena de televisión paquistaní Geo TV.

Entre los detenidos está el padre de la niña, Alí Bajs, según ha confirmado el portavoz de la Policía, Abdulrazaq Qambrani. La familia ha negado que fuera lapidada y ha argumentado que murió en un accidente, según el diario 'The Express Tribune'.

El suceso tuvo lugar en una zona remota y se cree que la familia habría obtenido el permiso de un consejo local, que autorizó la lapidación. Las autoridades están investigando el suceso.

Más de 500 personas, casi todas mujeres, mueren cada año en Pakistán por casos similares a este, normalmente a manos de sus familias como castigo por "avergonzar" a su familiares y su comunidad.

Pakistán enmendó su Código Criminal en 2005 para evitar que los responsables de 'crímenes de honor' escaparan a la justicia perdonándose a sí mismos como familiares de la víctima. Sin embargo, depende de cada juez si son condenados en caso de que otros familiares le concedan el perdón.

Los casos suelen ser determinados por yirgas (asambleas que reúnen a los notables y a los líderes locales) que suelen conformarse en áreas rurales y conservadoras para lidiar con disputas locales, especialmente con aquellas que se producen entre familias pobres. Aunque operan de forma paralela a la legislación paquistaní, sus decisiones a veces son generalmente respetadas por las autoridades.