Ocho empresarios paquistaníes, residentes en la ciudad de Zaragoza, han sido detenidos por la explotación laboral de inmigrantes en nueve fruterías de la localidad.

La Policía Nacional detectó esta red criminal a partir de mayo de 2018, cuando los detenidos fueron denunciados por varios fruteros al detectar la presencia de un inmigrante sin permiso de residencia ni trabajo. Finalmente encontraron al resto trabajando de madrugada en Merca Zaragoza, en labores de carga y descarga.

Los empresarios captaban a personas de su país de origen con la promesa de un trabajo legal en España y un permiso de residencia. Una vez en España, viaje por el que debían abonar a la red 8.000 euros, eran trasladados a Zaragoza, empadronados y hacinados en dos pisos de la misma organización en los que debían compartir un mismo camastro dos personas.

Según las referidas fuentes, los miembros de la red no dudaban en agredir, amenazar y coaccionar a sus compatriotas para conseguir su objetivo final, su explotación laboral en fruterías de la capital aragonesa en las que trabajaban sin sueldo ni contrato, y sin días de descanso ni vacaciones.

Las jornadas laborales de estos inmigrantes se extendían desde las 04.20 de la madrugada hasta las 21.00 horas de la jornada, con una única comida diaria para alimentarse.

Según la Dirección General de la Policía, las víctimas trabajaban sin sueldo ni contrato, y sin días de descanso ni vacaciones. Sus jornadas laborales procedían desde las 04:20 de la madrugada hasta las 21:00, con una única comida diaria.

Los empresarios detenidos se beneficiaban de esto al ahorrarse los costes laborales y sociales de sus trabajadores. Sin embargo, fueron detenidos por trata de seres humanos y se les han impuesto sanciones de más de 40.000 euros.

Los detenidos pertenecían a una misma familia y habían llevado negocios parecidos en Benidorm, Alicante.