Kelly Renee Turne ha sido detenida por presuntamente asesinar a su hija de siete años. La madre ha sido acusada de 13 cargos, entre los que se encuentra un supuesto asesinato de primer grado, según un comunicado de la oficina del sheriff.

"Estoy extremadamente orgulloso e impresionado con el trabajo realizado por parte de todas las agencias involucradas, especialmente mis detectives. Ha sido un caso extremadamente emocional, han investigado todos los aspectos con diligencia y profesionalismo", ha afirmado el Sheriff Spurlock.

Kelly Renee Turner, una mujer de 41 años, se hizo viral en 2015 por difundir en las redes sociales los "deseos" de su hija Olivia antes de morirse a causa de una enfermedad terminal. A través de la fundación 'Make-A-Wish' reunió 11.000 dólares para brindarle una fiesta. Además, la madre obtuvo 539.000 dólares en ayudas del gobierno, según informa el diario británico 'The Guardian'.

La niña tenía problemas intestinales por lo que se tenía que alimentar mediante una sonda nasogástrica y se encontraba en silla de ruedas. En 2017 tuvo que ser ingresada en el hospital infantil de Colorado y fue en ese momento cuando los médicos se dieron cuenta de que la menor tenía una nutrición deficiente.

Sin embargo, la madre pidió a los médicos que le retiraran a su hija todos los tratamientos médicos porque, según defendía, "empeoraban su calidad de vida". Así, la mujer consiguió sacar del hospital a su hija y la pequeña murió semanas después (en agosto de 2017) supuestamente por un fallo intestinal.

Tras la muerte de la niña, los médicos aseguraron que la enfermedad de Olivia no era terminal. Y fue en 2018 cuando las autoridades del estado de Douglas comenzaron a investigar de forma exhaustiva el caso.

El cuerpo de Olivia fue exhumado y la autopsia reveló que no había muestra físicas que demostrasen que la enfermedad fuese terminal, por lo que no murió de insuficiencia intestinal.

Todo apuntaba a que la madre sufría del síndrome de Munchausen, un trastorno por el que, con la intención de generar un vínculo especial, los padres inventan una enfermedad para convertirse en la persona que los protege, colocando a los menores en situaciones de grave riesgo.

Así, finalmente se decidió detener a la mujer. Tras una larga investigación, la acusación formal alega que no fueron la enfermedad terminal que la madre aseguraba que tenía la hija la que causó la muerte de Olivia Gant en 2017, sino que la madre fue la responsable. Kelly Renee ha sido acusada de asesinato en primer grado, fraude y robo por inventarse la enfermedad de su hija y dejarla morir.