Un joven de 21 años ha sido arrestado en Mindanao, isla de Filipinas, por un brutal asesinato. En concreto, el presunto agresor está acusado de matar a una mujer decapitándola y de comerse su cerebro posteriormente. El cadáver de la víctima fue encontrado maniatado y tirado en el suelo a unos cuatro kilómetros de la casa del detenido.

En el momento del hallazgo, la mujer solo tenía puestos unos pantalones, pero no vestía ninguna prenda en la zona superior. Lloyd Bagtong, el presunto asesino, se convirtió en sospechoso de la investigación cuando varios testigos afirmaron verlo caminando junto a la víctima poco antes de la muerte de esta.

Unas sospechas que se hicieron más sólidas cuando encontraron fragmentos de la ropa de la mujer asesinada cerca de la vivienda donde reside Bagtong. De acuerdo a lo que afirma el diario 'The Straits Times', que se basa en informaciones policiales a las que accedieron el 'Philippine Daily Inquirer' y la agencia 'Asia News Network', el joven fue descubierto huyendo de su casa cuando comenzó a circular por la zona una nota informativa sobre el hallazgo del cadáver de una mujer decapitada.

Tras ser detenido, el presunto asesino habría confesado el delito a los agentes. Según el capitán Maribeth Ramoga, jefe de policía talisayano, Bagtong admitió haber decapitado a la víctima con una guadaña y comerse su cerebro. Poco después, el principal sospechoso habría arrojado el cráneo de la víctima en una zona cercana a su casa.

De hecho, y siempre según la información que proporcionan los medios anteriormente mencionados, los investigadores encontraron un paño manchado de sangre que el joven habría usado para trasladar la cabeza de la víctima desde la escena del crimen hasta su casa. Según Ramoga, el joven habría confesado además que "mató a la víctima porque hablaba en inglés", lo que "le irritó", y que se comió su cerebro porque tenía hambre.

Ahora, a Bagtong, sobre el que se ha dicho que padece "problemas mentales", se le ha imputado un delito de homicidio y los investigadores trabajan para identificar a la mujer asesinada.