La Policía Nacional detuvo a un individuo que portaba un hacha en una zona de Guadalajara. Cuando los agentes trataron de reducirle utilizó el arma blanca a su favor, golpeando varios furgones y negándose a frenar el ataque. Fue su pareja la que avisó a las autoridades porque este presentaba una actitud muy agresiva y alterada.

Ante su negativa a cesar su actividad, un policía intentó reducir al hombre atropellándolo con un vehículo, pero no cayó y comenzó a atizar el capó con el arma. Los agentes le repitieron en sendas ocasiones que tirara el hacha, pero no lo hizo y continuó amenazando.

El objetivo de los policías era cansar al hombre para acabar reduciéndolo. Finalmente, el hombre echó a correr para intentar huir, pero cuando llegó al río Henares las autoridades procedieron a su detención.