El detenido fue acusado de privación de libertad de sus hijos, de entre 7 y 21 años, con métodos físicos y psicológicos, un cargo por el que podría ser condenado a un año de prisión, precisaron en el departamento.

Devnozashvili, quien fue sometido a un examen psiquiátrico, no reconoce su culpa, declaró a la prensa el abogado del detenido, Gocha Kilasonia. El letrado agregó que su cliente "sufre de diabetes" y requiere tratamiento médico.

La noticia sobre el georgiano que no dejaba salir a la calle a sus hijos para "protegerlos de la mala influencia de la sociedad" conmocionó el país el pasado febrero, cuando varios medios de Georgia publicaron sendas entrevistas con el hombre, quien respondió a las preguntas de los periodistas a la entrada de su casa.

"Mis hijos saben cosas importantes como, por ejemplo, que fumar es malo (...). Les hago hombres yo mismo, les enseño lo que considero necesario, no les hace falta ni química ni física", relató Devnozashvili, sin dejar que los medios de comunicación se asomasen al patio del hogar familiar, el único lugar adonde salían a pasear sus ocho hijos, tres chicos y cinco chicas.

La privación de libertad de sus vástagos provocó fuertes críticas entre trabajadores sociales y vecinos de la localidad, que sin embargo no lograron influir en la situación. Tampoco sirvió de nada la orden judicial emitida por un juzgado de la zona. Mientras, las autoridades policiales eludían hasta ahora aplicar medidas drásticas contra el hombre, quien prometió "derramar sangre" si le quitaban la custodia de sus hijos.