La investigación se inició tras la denuncia presentada por una señora de 77 años a la que le desaparecieron todas las joyas que tenía en su casa, valoradas en unos 1.500 euros aproximadamente. La víctima explicó a la Policía que sospechaba de la mujer de la limpieza que acudía a su casa una vez por semana.

Los investigadores realizaron gestiones con la empresa que tenía contratada a la trabajadora doméstica y averiguaron que también la habían enviado a un segundo domicilio del municipio de Esparreguera, donde vivía sola una anciana con la movilidad reducida.

Los agentes se pusieron en contacto con la segunda mujer mayor, de 72 años, que, al revisar su joyero, también se dio cuenta de que le faltaban varias joyas y unos 250 euros de la cómoda de la habitación.

Asimismo, los agentes comprobaron como la trabajadora doméstica habría realizado ocho ventas de joyas que pertenecían a las víctimas en un establecimiento de compraventa de oro del municipio, donde habría llegado a cobrar más de 1.700 euros. Con estas evidencias, los investigadores detuvieron a la mujer de 52 años y nacionalidad española y, tras ponerla a disposición judicial, el juez decretó su libertad con cargos.