La Policía Nacional ha detenido en Alcorcón, Madrid, a nueve personas, todas ellas de la misma familia y de nacionalidad polaca, que habían formado una organización criminal dedicada a robar coches, despiezarlos para luego enviar esas piezas en furgonetas a Polonia.

El clan también robaba vehículos todoterreno por encargo para trasladarlos a la zona del Campo de Gibraltar, Cádiz, donde eran vendidos a organizaciones dedicadas al tráfico de drogas. Hasta el momento, se atribuye a esta organización 15 robos de coches y un perjuicio de 600.000 euros.

Según los investigadores, el clan estaba estructurado en cuatro niveles, cada uno con una tarea asignada: el robo, la alteración de los elementos identificativos y el despiece, la logística para la venta y el transporte.

La investigación se inició cuando se interceptó un coche circulando a gran velocidad con dos ocupantes en su interior y a quienes les constaban numerosos antecedentes por robo de vehículos. Tras las primeras gestiones, las pesquisas sobre estas dos personas condujeron a la Policía a una nave situada en Ocaña, Toledo.

En las inmediaciones de la nave detectaron una furgoneta que después se supo que había sido inspeccionada en un control policial en el peaje de la antigua autopista AP-1 y en cuyo interior se hallaron cuatro motores, cajas de cambios de vehículos con los números limados o manipulados, cuatro capós, amortiguadores y espejos retrovisores.

En la última fase de la investigación, los agentes tuvieron conocimiento de que la organización criminal había sustraído un vehículo en Parla, Madrid, que, posteriormente, fue localizado en la localidad de Pinto. El seguimiento del coche llevó a los investigadores hasta Alcorcón, donde se realizaron las detenciones de todos los miembros de la organización así como parte de los registros.

El principal investigado intentó escapar a bordo de uno de los vehículos sustraídos, a gran velocidad, perdiendo el control del coche e impactando contra una valla metálica, momento en que lograron arrestarlo.

A los nueve detenidos se les imputa la comisión directa de 15 robos de vehículos así como los delitos de pertenencia a organización criminal y falsedad documental. El perjuicio económico estimado asciende a casi 600.000 euros.

La investigación, que ha contado con la colaboración de la Agregaduría de Interior de España en Polonia, sigue abierta y no se descartan nuevas detenciones.