La agente de la Policía, Kim Potter, ha sido arrestada y acusada de homicidio en segundo grado por el asesinato del joven afroamericano Daunte Wright ocurrido en Mineápolis, en el estado de Minesota, el pasado domingo. El fiscal del condado de Washington, Pete Orput, ha declarado que Kim Potter está acusada de la muerte a tiros de Wrighten y la Oficina de Aprehensión Criminal de Minesota ha informado de su arresto e ingreso en la cárcel del condado de Hennepin.

La Policía de Brooklyn Center publicó este lunes la grabación de la cámara de la agente de policía, en la que se la ve aproximándose al vehículo de Daunte Wright, de 20 años, y pidiéndole que saliera de él. Los agentes intentan maniatar al joven, pero se zafa y se vuelve a meter en su coche.

Según la Policía, la agente que disparó a Wright habría confundido su pistola con el táser. La muerte de Wright ha desatado protestas contra el racismo y la violencia policial, ya que en esa misma ciudad el año pasado murió el afroamericano George Floyd, ahogado durante una detención policial.

De hecho, cientos de personas acudieron por tercera vez consecutiva a las protestas convocadas por el asesinato a manos de la policía. La agente que mató al afroamericano Daunte Wright de un disparo presentó este mismo martes su dimisión junto al jefe de la Policía de Brooklyn Center tras una noche de disturbios raciales que dejó unos 60 detenidos.

Siguen los disturbios en EEUU

Las concentraciones de protesta se han sucedido cada noche, algunas de ellas violentas como las del pasado lunes. La de este martes comenzó de forma pacífica, pero en pocos minutos se desató el caos cerca de la comisaría de policía de Brooklyn Center. Los agentes utilizaron gas pimienta y dispararon bombas de humo contra los manifestantes, que arrojaron botellas de agua y otros proyectiles a los agentes que llevaban equipos antidisturbios.

También se vio a los manifestantes escalar una valla cerca de las instalaciones policiales, sosteniendo una pancarta que decía "Justicia para Daunte Wright", según medios locales, que confirmaron también el despliegue en la zona de miembros de la Guardia Nacional. Tras la entrada en vigor del toque de queda, a las 22.00 hora local, la mayoría de los concentrados se retiraron y sólo quedaron en la zona varias decenas, mientras la policía protegía las instalaciones de la comisaría.

El jefe de la Patrulla Estatal de Minesota, Matt Langer, dijo que el comando unificado en el Brooklyn Center realizó "más de 60 arrestos" el martes por la noche, muchos de los cuales fueron por "disturbios y otras conductas delictivas". La muerte de Wright se produjo cuando los nervios están a flor de piel en Mineápolis, pendiente de la sentencia del juicio contra Derek Chauvin, uno de los cuatro policías acusados del asesinato de George Floyd en mayo pasado, que desató una ola de protestas raciales en todo el país.

Las familias de ambos afroamericanos abatidos por la Policía en Minesota organizaron el martes una rueda de prensa conjunta para demostrar su "unión", según sus palabras. "Los vamos a apoyar. Lucharemos por la justicia para esta familia, al igual que luchamos por nuestro hermano", dijo emocionado ante la prensa uno de los hermanos de Floyd, Philonise Floyd.

La madre del hijo de 2 años de Wright, Chyna Whitaker, fue una de las familiares que habló en la rueda de prensa, mientras que el padre del joven, visiblemente afectado, no pudo hacer declaraciones, según uno de los abogados.