Los Mossos d'Esquadra han explicado que cuatro de los detenidos llamaban por teléfono a personas de edad avanzada y concertaban una cita para una revisión, y con el pretexto de la devolución de un importe mal cobrado, se hacían con los códigos de las tarjetas y libretas bancarias, que también sustraían.

Posteriormente, los ladrones hacían reintegros de altos importes de las cuentas bancarias de los ancianos, y llegaron a conseguir en total unos 95.000 euros, y si les descubrían durante sus hurtos, usaban la violencia contra las víctimas.

El quinto detenido en la operación es el dueño de una joyería que daba apoyo al grupo y que le compraba las joyas que robaban en las casas de los ancianos, por lo que le atribuyen un delito de receptación.

Los agentes de la División de Investigación Criminal detuvo a estos cinco presuntos delincuentes, de entre 26 y 42 años, por delitos de pertenencia a grupo criminal, robo con violencia en interior de domicilio, hurtos y estafas, y quedaron en libertad con cargos tras pasar a disposición judicial.