Tres hombres han sido detenidos en Rincón de la Victoria, Málaga, acusados de grabar a un joven con un trastorno psicológico obligándole a comerse una lagartija y subir el vídeo a las redes sociales.

La Policía investiga ahora si lo han hecho para conseguir seguidores, pues ya se han dado casos similares con esta motivación. Son sospechosos de delitos contra la integridad moral. Las penas de este tipo de condenas van de seis meses a dos años de prisión.

No es la primera vez que vemos casos de vejaciones con el objetivo de ganar seguidores en las redes. El caso más reciente es el del 'youtuber' que dio a un sintecho galletas rellenas de pasta de dientes.

Fue condenado a 15 meses de prisión por un delito contra la integridad moral y se le puso una multa de 20.000 euros para indemnizar a la víctima, además de la imposición de cerrar su canal de Youtube durante cinco años.

Otro chico fue condenado a un año y medio de prisión por la patada que le dio a una mujer en la Diagonal de Barcelona. No entró en la cárcel a cambio de asistir a cursos antiviolencia, pero la víctima estuvo 75 días de baja.

Una agresión similar sucedió en Carballiño, en Ourense. Un hombre recibió un puñetazo por el que estuvo hospitalizado por lesiones en el ojo. La intención de su atacante también era subir el vídeo a redes.

Hace un año se conoció la historia de Tomek, un hombre sin hogar al que un grupo de turistas británicos pagó 100 euros a cambio de tatuarle en la frente la dirección del novio de un despedida de soltero. Su foto recorrió las redes sociales.